Para los padres, cuando sus hijos se enferman de diarrea son momentos angustiosos. Por un lado intentan buscar la causa, un factor con una buena cantidad de variables y por el otro, no están seguros sobre el tratamiento indicado para mitigar el malestar y sanarlos en poco tiempo.
Estos son motivos suficientes para que conozcan los consejos del Dr. Orlando Brinn, nuestro pediatra de cabecera, y puedan prevenir o superar las crisis diarreicas en casa. Si te encuentras en un caso así, lo más importante es no perder la calma y prestar atención a los síntomas y sus posibles cambios.
De acuerdo con el Dr. Brinn, la diarrea es una alteración de los intestinos que produce deposiciones blandas o líquidas, en mayor cantidad y durante cortos periodos de tiempo. Dentro de sus causas se encuentran infecciones virales, infecciones bacterianas o trastornos severos.
Aunque todos los bebés y niños pueden presentar diarrea por cualquiera de las causas anteriores, la más común es la gastroenteritis viral causada por el Rotavirus. Sin embargo, no lavarse las manos de la forma adecuada, no lavar los alimentos o consumirlos en mal estado o tener una higiene regular son otros factores que la propician.
Si crees que tu hijo sufre una crisis diarreica, debes estar atento a las siguientes señales: dolor abdominal frecuente, náuseas o vómitos y fiebre. Cuando este último síntoma aparece es necesario prevenir la deshidratación.
En los bebés, el pañal seco y la fontanela hundida -si son muy pequeños-, disminución de la actividad física son los primeros signos de alerta. En niños y adolescentes se puede identificar con las siguientes señales:mucosa bucal seca, piel fría o sudorosa y debilidad o somnolencia.
¿Cómo prevenirla y tratarla?
Aunque la mejor manera para evitar la diarrea infantil son los buenos hábitos de higiene, esta condición se puede prevenir gracias a la vacuna contra el rotavirus. No en vano, el gobierno de EE.UU y otros países del mundo la incluyeron en el calendario de vacunación obligatorio.
La dosis de aplicación de la vacuna es variable. Por ejemplo, en EE.UU. se aplica a los bebés en 3 dosis: a los 2, a los 4 y a los 6 meses. En otros países se aplica en dos dosis.
En caso de que tu niño no pueda ser vacunado y enferme de diarrea, lo mejor que puedes hacer para tratarlo en casa es hidratarlo con bebidas electrolíticas o suero pediátrico. El Dr. Brinn NO recomienda en ningún caso enviarlo al jardín infantil o a la escuela para prevenir brotes infecciosos. Además, si el niño realiza deposiciones con sangre o más de 5 deposiciones en 24 horas, debes llevarlo inmediatamente al médico pues puede indicar algo más serio.