Todos los días, en cada rincón del mundo, una persona está agradeciendo por cualquier motivo. Más allá de ser un sentimiento positivo, la gratitud tiene efectos beneficiosos para en la salud física, mental y emocional. Y aunque ‘dar gracias’ se convirtió en un tema habitual desde la aparición de conferencias sobre los poderes increíbles de los buenos pensamientos.
La capacidad de cautivar al público y la motivación que experimentan las personas agradecidas, despertaron el interés de los científicos y psicólogos, quienes se dedicaron a investigar la importancia de ‘dar gracias’ en nuestra vida. No en vano, es una de las primeras palabras que aprendemos, enseñamos y practicamos.
De acuerdo con Robert Emmus, profesor de psicología en EE.UU., la gratitud produce impactos positivos en diferentes áreas del cerebro. En gran medida, esto depende de la percepción individual del agradecimiento. Sin embargo, la mayoría de personas experimentaron satisfacción, optimismo, felicidad y necesidad de ofrecer apoyo emocional.
Otros estudios sobre la gratitud han reportado los siguientes beneficios: reducción del estrés, reducción de malestares físicos, fortalecimiento del sistema inmunológico y un aumento considerable de los círculos sociales más cercanos. Además puede prevenir la depresión y comportamientos destructivos.
Los expertos consideran que 5 minutos al día, dedicados a reflexionar y dar gracias profundamente por los sucesos del día, son necesarios y suficientes para notar cambios en nuestra salud y la de nuestras familias. En este ejercicio, lo primordial es concentrarse en cada evento, analizarlo y dejar que las emociones positivas fluyan.
