Ser madre de un bebé cercano al año o entre los 3 primeros años de vida, significa un ritmo de vida agitado, lleno de sorpresas y sonrisas pero también de cansancio. Por momentos, es difícil lidiar con los niveles de energía de un pequeño que está interesado por descubrir el mundo y que también comparte cada uno de sus hallazgos con nosotros.
Sin embargo, estudios clínicos señalan que entre el 50% y 70% de madres -con niños entre las edades ya mencionadas- sufren de dolor lumbar, como consecuencia de su estilo de vida. Por lo general, las mujeres se demoran en visitar al médico primario por este asunto, ya que le restan importancia pues su tiempo y actividades dependen totalmente de la rutina de su hijo.
Señales del dolor lumbar
El dolor lumbar se manifiesta como una presión o jalón en la espalda, en el área de la cintura. Además, se presenta durante todo el día, intensificándose a la hora de cargar al niño, levantar objetos del suelo o cambiar de posición. En la mayoría de casos, esta afección aparece entre el segundo y tercer trimestre de embarazo así que las mujeres se acostumbran a ese dolor y dejan de prestarle la suficiente atención.
¿Cómo evitar esta molestia?
Si se toman las medidas adecuadas, el dolor desaparece por sí solo. Los médicos quiroprácticos aconsejan evitar las malas posturas y reconocer oportunamente las situaciones que las provocan para actuar de otra manera o buscar mejores posturas hacerlas. Entre las recomendaciones se destacan:
Cuando se quiera levantar y sacar al bebé de la cuna, el adulto debe pararse con los pies separados del mismo ancho de las caderas para distribuir la fuerza y el soporte. En el instante en que se vaya a levantar al bebé, se deben flexionar las rodillas mientras se acerca el cuerpo al pequeño y luego, estirarlas. Así la fuerza se hace con las piernas y no con la espalda, especialmente la zona que provoca el dolor lumbar.
Es totalmente desaconsejable, caminar con el bebé sostenido a un lado de la cadera. Si es un recién nacido, se debe cargar al bebé lo más cerca posible al pecho. Si es un bebé un poco más grande, la mejor opción para cargarlo y transportarlo es a través de un fular. Desde el primer año, debido al peso del bebé, para evitar daños en la columna y empeorar el dolor lumbar se deben realizar trayectos largos en carriola.