Estos son los tipos de hemorragias nasales en niños

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Redacción Pediatría y Familia

Los episodios de hemorragias nasales son frecuentes en niños. El pequeño puede estar en la escuela o en su casa cuando de repente se asome un hilo de sangre por su nariz sin haber recibido ningún golpe o sufrir de alguna enfermedad que provoque esta reacción. Según los pediatras, las hemorragias nasales, conocidas en medicina como epistaxis son un evento normal entre los 2 y 10 años de edad.

Aunque los padres se angustian cuando el niño sufre una hemorragia nasal, los médicos afirman que no es un signo de alarma. Es decir, puede tratarse en casa sin necesidad de fármacos, ya que en la mayoría de casos desaparece por sí sola luego de un par de minutos. Si bien todas las hemorragias de este tipo se caracterizan por la salida de sangre por la nariz, esto no quiere decir que se originen de la misma manera.

Los especialistas definen la hemorragia nasal en dos tipos principales: hemorragia nasal anterior y hemorragia nasal posterior. De éstas, la primera mencionada es la más común en los niños.

En el sangrado nasal anterior, la hemorragia aparece como consecuencia de la ruptura de los capilares, vasos sanguíneos casi imperceptibles que cubren el interior de la nariz. Se llama hemorragia nasal anterior porque ocurre en la parte delantera de la nariz.

Por el contrario, en el sangrado nasal posterior, la hemorragia se produce en el área más profunda de la nariz. Aquí la sangre baja desde la parte de atrás de la nariz, pasando por la garganta. En los niños no son tan comunes y en los casos que se presente, normalmente es la consecuencia de un trauma directo en la cara o nariz.

Pasos a seguir cuando tu hijo sangra por la nariz:

– No pierdas la calma. Si te angustias puedes asustar al niño, quien asociará futuras hemorragias nasales con algo negativo.

– Sienta al niño sobre tus piernas o en un espacio seguro. Inclina su cabeza levemente hacia adelante y con un pañuelo de papel o toalla húmeda, aprieta la parte blanda de la nariz ubicada bajo el hueso central.

– Mantén la presión en la nariz durante 10 minutos, sin interrumpir el procedimiento en ningún momento. Si la presión disminuye, la hemorragia volverá a comenzar y será más difícil detenerla.

– Nunca inclines la cabeza hacia atrás. Si realizas este movimiento, la sangre se irá hacia la garganta. En algunos niños, esto puede causar náuseas y vómitos.

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