Por:Redacción Pediatría y Familia
Entre tantos avances tecnológico en la actualidad, resultaría raro que no existiera una forma de conocer cuándo será el gran día. A pesar de la fórmula que hacen los médicos a partir de la fecha de última regla y otros factores, sigue siendo una incógnita. Simplemente, no se puede saber con exactitud.
Si tú y tu pareja están esperando la llegada de un bebé y el embarazo se retrasa, puede que sientan un poco de impaciencia. Sin embargo, una pizca de paciencia es todo lo que necesitamos.
¿Sabías que tan solo uno de diez bebés nace en la fecha prevista?
Las fechas de parto entre gestaciones naturales varían entre más de cinco semanas, plantea al respecto la Revista Human Reproduction.
Cuando visitas el ginecólogo, ellos hacen el cálculo sumando 280 días al primer día de tu último período menstrual. Aunque, debes tener en cuenta que, si tienes un ciclo irregular, este cálculo puede ser menos preciso.
Por otro lado, te comentamos algunos factores que pueden retrasar tu parto. Existen dos tipos de factores, los maternos y los fetales. Iniciemos con los maternos:
Estrés. Hay algunas mujeres que se sienten ansiosas o con miedo ante todas las expectativas, que provocarían un retraso en el parto.
Hormonas. Las prostaglandinas son un conjunto de sustancias que produce el cuerpo de la mujer durante las últimas semanas de la gestación y se encargan de ocasionar cambios en el cuello del útero e inducen las contracciones. Hay casos en que las mujeres producen una baja cantidad de esta sustancia.
Dentro de los factores fetales, puede ser que el cráneo de tu bebé todavía no se encuentra colocado correctamente o que no esté produciendo las hormonas necesarias para el parto. Para activar el parto puedes dar paseos o bailar. El sexo también sirve como un gran estímulo. Si bien ya has notado que el retraso no es un problema, es aconsejable que siempre permanezcas en comunicación constante con tu ginecólogo.
