La hora de la lactancia, es el momento de mayor conexión entre madre e hijo, sin embargo, este momento de intimidad entre los dos puede llegar a ser difícil y muy doloroso. Por ello, compartirnos contigo estos consejos que permitirán que este momento sea muy especial.
Te recomendamos elegir una posición que sea cómoda para ti. Es muy importante que cumplas con los horarios de alimentación y que esto lo hagas sin afanes y sin estrés
Nuestra recomendación es principalmente la de velar por tu salud y tu bienestar, recuerda que es tu hijo quien debe estar cerca al seno y no el seno cerca de tu hijo.
Si tu bebé no sujeta completamente el pezón y la aureola puedes halar suavemente hacia abajo su barbilla o puedes retirarte y hacer que intente sujetarte nuevamente, así lograrás el agarre adecuado.
Los labios del niño deben estar totalmente separados. El pezón contra el paladar y la encía y los labios deben presionar la aureola. Cuando tu pequeño sujeta solo el pezón causa dolor y predisposición a la formación de fisuras que dificultan la lactancia.
Es importante que le demuestres amor a tu bebé a través de suaves caricias, pero, evita hablarle, ya que puedes ocasionar que se distraiga y de esta manera las tomas resultarán incompletas, pues no logrará saciarse y se sentirá molesto las horas siguientes.
Puedes estimular con suaves masajes sus manitos y pies para que no se duerma mientras lo alimentas, también puedes retirar la cobija de sus pies para que el calor no lo haga dormir.
Cuando vayas a retirar al bebé del seno, introduce tu dedo meñique en su boca con el fin de que el niño succione el dedo sin ejercer presión sobre el pezón.
Realiza tomas de aproximadamente 20 y 10 minutos en cada seno y recuerda sacar los gases. Esto le permitirá dormir con tranquilidad.
Aunque las visitas son importantes, tú necesitarás un espacio tranquilo y relajado. Es importante que tu bebé note en tus movimientos y en tu tono de voz la tranquilidad y el amor que se requiere para este momento.
Los días difíciles pasarán muy rápido, pronto olvidarás los dolores que se presentan en algunas de las nuevas tareas que tienes ahora como mamá.