También conocido como el síndrome de Kleine-Levin, se caracteriza por periodos prolongados de sueño que pueden durar días o incluso semanas. Se manifiesta, inicialmente, por una somnolencia que le es imposible de controlar y que lo conduce a un estado de hipersomnia.
A pesar de que no es un trastorno común, son los adolescentes quienes lo padecen afectando cuatro veces más a hombres que a mujeres. Sin embargo, son las mujeres quienes generalmente tienen un curso màs largo de la enfermedad.
Aún se desconoce la causa directa de este síndrome, aunque algunos estudios apuntan a que se trata de un trastorno del hipotálamo y algunas irregularidades en el desarrollo cerebral. Este síndrome impide un desarrollo normal de las habilidades sociales, acadèmicas y emocionales, pues interfiere con las actividades diarias.
Identifica los síntomas
- Hiperfatiga
- Hipersomnio
- Hipersexualidad
- Fotosensibilidad
- Confusión- desorientacón
- Comportamiento infantil o agresivo
- Falta de emociones
- Disfunción cognitiva
- Enfermedades psquiátricas (depresión, ansiedad o esquizofrenia)
A pesar de que la lista de síntomas puede ser un poco larga, las alertas principales suelen ser la hipersomnia, hiperfagia e hipersexualidad. Tambièn cabe resaltar los fallos cognitivos asociados a estos tres puntos.
Una vez superada la crisis, los pacientes pueden presentar alteraciones de la memoria a corto plazo y desórdenes alimenticios.
El tratamiento
No se ha determinado la eficacia completa de algùn fármaco específico para el tratamiento del síndrome. Los especialistas recurren a monitores y valoraciones detalladas de los síntomas, para los cuales se recetan medicamentos estimulantes que pueden ser anti-epilépticas, anti-depresivas y anti-psicóticas.
Ten en cuenta que las crisis son temporales, que una vez se superen, la persona regresa a la normalidad. Es importante educar a familiares y amigos ante los comportamientos más comunes para brindar la ayuda necesaria cuando así lo requiera el paciente.