Nadie duda que los desayunos son la comida más importante del mundo. Pero, ¿has pensado que la cena también cumple un papel fundamental en la nutrición de los niños? Durante el día, los bebés y niños gastan su energía de muchas formas distintas: creciendo, aprendiendo y jugando.
Por eso, los nutricionistas recomiendan cenas con altos valores nutricionales, que les sean ligeras y que los entusiasme a comer.
Hoy en día, este es el único instante del día -para muchas familias- en que padres e hijos pueden compartir un momento especial. Por eso, si creas cenas divertidas y de fácil preparación, los niños podrán involucrarse en la preparación sin salir lastimados. Sin embargo, también se debe tener en cuenta el menú diario para reforzar en la última comida, los nutrientes que hayan sido menos aprovechados como frutas o verduras.
Una cena con estas características facilita el descanso en la noche y prepara su cuerpo para el amanecer del día siguiente.
Por supuesto, las cantidades que deben servirse deben ser pequeñas, sin alimentos calóricos o grasosos. Esto dificulta la digestión y les puede provocar pesadillas a los pequeños.
Como alternativas para las cenas de tus hijos, te dejamos en este artículo 3 recetas que esperamos que sean bien aprovechadas por toda la familia. Incluso, pueden servirte de inspiración para tus próximas comidas.
Exquisitas croquetas de atún con puré de papas
Para preparar estas deliciosas croquetas necesitas dos o tres latas de atún en aceite, una cebolla, un pimiento (pimentón), un poco de harina, leche, sal y pimienta. El proceso es el siguiente: escurrir el atún, calentar su aceite y dorar las cebollas y el pimiento. Retirar esto del fuego, dejarlo enfriar. Ya frío, pasar la cebolla y los pimientos a un bowl, mezclar con el queso y añadir poco a poco la harina hasta que se logre una masa y se formen las bolitas.
Separarlas, congelarlas muy bien y freírlas al momento de servir.
El puré es un puré básico de papas cocidas y trituradas. Esta preparación le aporta a los niños hidratos de carbono que benefician a sus músculos en crecimiento. Las croquetas son una fuente de Omega 3 y proteínas. Además es una de las carnes más recomendadas para los niños.
Tradicional tortilla de espinacas
Esta tortilla solo requiere de dos puñados de espinaca, huevos, sal, pimienta y las verduras que quieras agregar, si lo consideras un plus. Primero, lava bien las espinacas, escúrrelas y sécalas muy bien, pues recuerda que sueltan bastante agua. Tríturalas muy bien e introdúcelas en un bowl junto con las verduras cortadas muy bien (en caso de que las uses). Por último, agrega dos huevos y revuelve bien. Cuando esté listo, calienta un sartén con poco aceite y prepara la tortilla como de costumbre.
Las espinacas son una fuente natural de hierro y fibra, nutrientes que previenen la anemia y el estreñimiento. El huevo aporta proteínas e hidratos de carbono. Como es muy fácil de masticar, a los niños les encanta.
Crema de calabacín o zucchini
Esta sopa no es nada difícil de hacer. Lo único que se necesita es una pastilla de caldo de verdura, cebolla, nata líquida, aceite, sal y agua. Inicialmente, se lava el calabacín y se corta en trozos pequeños con su cáscara, se sofríen las cebollas en aceite y se agrega el zucchini cuando estén tiernas. Añadir a la olla las pastillas de caldo y el agua necesaria para cubrir las verduras y dejar cocer. Cuando la sopa esté lista, se retira del fuego y se agrega la nata líquida. Para hacer la crema, solo se licúa hasta que esté espesa y el zucchini triturado muy bien.
El calabacín es un alimento muy apreciado por los nutrientes. Se sabe que contiene cantidades de todas las vitaminas, potasio y ayuda a la digestión de los niños.