Como padres, aquellas cosas que hacen daño a nuestro bebé, también nos afecta en nuestra cotidianidad. Dentro de esto, sin duda alguna, se encuentran los virus y bacterias, microorganismos que están presentes en el mundo que nos rodea y que muchas veces son causantes de una dolencia común y leve: los resfriados. Al fin y al cabo, no podremos mantenerlo alejado de todo y de todos. Pero, ¿qué señales pueden indicar que nuestro bebé está tiene el primer resfriado?
Síntomas del primer resfriado en los bebés
No está de más recordar que los resfriados son una molestia contagiosa, causada por virus que entra en contacto directo con personas -aunque no tengan señales de resfriado- o con objetos contaminados. Por eso, cuando estrechas la mano de una persona resfriada y luego tocas tu boca o nariz, es probable que te infectes y de paso, lo transmitas a tu pequeño del mismo modo.
Por lo general, los primeros indicios de un resfriado son la congestión y el aumento en la mucosidad nasal. A veces, se acompañan de estornudos, tos e incluso, dolor de garganta y fiebre leve. Como ante estos síntomas los bebés no saben cómo pueden reaccionar, es natural que manifiesten su descontento con llanto, quejidos junto con estos cambios de comportamiento:
1. Suelen perder el apetito. No toman leche.
2. Se vuelven más irritables y se sienten débiles.
3. Estornudan y tosen.
4. Tienen dificultad para dormir.
5. Presentan congestión nasal y dificultad para respirar.
6. Presentan fiebre, temperatura de más de 38 grados centígrados.
¿Cuándo debemos llevar a un bebé con resfriado al médico y cómo debemos tratarlo?
Los pediatras afirman que si un pequeño menor del año de edad presenta fiebre y otros síntomas de resfriado, su visita al médico debe ser lo antes posible. Pero, si es un bebé un poco más grande (un poco más de 1 año de edad), es posible esperar 3 días. Si tras este periodo de tiempo persiste la fiebre, tiene congestión nasal, dolor de oído o garganta debe visitar al pediatra, ya que pueden ser signos de enfermedades más graves.
Recuerda que sólo el médico puede medicar a tu bebé. En casa, lo único que puedes hacer para disminuir las molestias del resfriado es utilizar una pera de goma para succionarle y destaparle la nariz, hacerle dormir incorporados o en una posición más vertical para aliviar la congestión nasal, tener paciencia y darle mucho cariño y atención.
Ya verás que su resfriado se pasará en un parpadeo y seguirá siendo el mismo pequeño animado de todos los días.