Revista Pediatría y Familia
Los bebés menores de un año, usualmente despiertan en medio de la noche sin explicación alguna. Cuando esta situación se presenta, los padres la asocian directamente con hambre o un cambio de pañal. Pero hay varios casos en los que esto ocurre porque el pequeño no está habituado a los horarios nocturnos o porque durante el día no gastó la suficiente energía para caer rendido y despertar hasta la mañana siguiente.
Los pediatras afirman que este fenómeno se presenta, normalmente, por la primera causa. Es decir, por una falta de costumbre del pequeño especialmente en sus primeros días de vida. De hecho, estadísticas sobre trastornos de sueño infantil demuestran que entre el 10% y 15% de los niños padecen de esta anomalía. Para evitar que esto progrese y se torne en una situación muy difícil de controlar, los especialistas afirman que existen actividades en nuestra rutina que pueden estar contribuyendo en este mal hábito.
Causas más frecuente del llanto nocturno
Varias tomas de leche durante el día: La rutina diaria del pequeño está influida por sus tomas de leche. Si el bebé se acostumbra rápidamente a alimentarse cada 30 o 60 minutos, su estómago se habituará a recibir cantidades pequeñas de leche. Así que en la noche, sentirá hambre y se despertará para comer, un hábito que se hará más constante con el tiempo y que puede causar en el bebé, cólicos del lactante u otras enfermedades relacionadas.
Jugar con el bebé para calmarlo: En caso de que el bebé se despierte en la noche y no se logre calmar, una medida que no se debe tomar es jugar con él y estimularlo. Esta acción tiene el efecto contrario, pues el pequeño asumirá que este es un horario en el que debe permanecer alerta y despierto, causando que tarde más tiempo en quedar dormido.
Siestas largas en el día: Si el bebé pasa mucho tiempo del día dormido, cambia los horarios de su reloj biológico. Entonces el niño despierta con altos niveles de energía y se mantendrá despierto. Por otro lado, también se debe considerar una consulta pediátrica en caso de que los períodos letárgicos del bebé cada vez sean más largos o el niño al estar despierto no muestra deseos de jugar o entretenerse, ya que pueden ser los síntomas iniciales de alguna enfermedad.