El cráneo de tu hijo recién nacido normalmente presenta varias fontanelas en los laterales, así como en las partes posterior y anterior. La fontanela de la parte posterior se cierra alrededor de los dos meses y la de la parte anterior puede permanecer abierta incluso hasta los dos años, aunque lo normal es que cierre entre los 7 y los 18 meses de edad. Las fontanelas permiten el correcto crecimiento del cráneo de tu hijo en su primera etapa de vida y por tanto, del cerebro.
La existencia de estas fontanelas es imprescindible para la supervivencia del pequeño. Por dos motivos:
- Gracias a ellas puede amoldar su cabecita al canal vaginal durante el parto sin sufrir daño (que tenga la cabeza apepinada después de nacer es normal, no afecta a su cerebro y se corrige en pocas semanas).
- Y ellas son las que permiten el adecuado crecimiento del cerebro en el interior del cráneo.
Sólo hay dos fontanelas que podemos palpar: la superior (que se encuentra entre la frente y la coronilla) y la posterior (situada entre la coronilla y la nuca). Pero además hay otras dos laterales, que están escondidas detrás de las orejas. La que tiene más interés para el pediatra es la superior (por eso controla su crecimiento en las revisiones), que a la mayoría de los niños se les cierra entre los 12 y los 18 meses.
No te preocupes si observas que a tu hijo le late la parte superior de la cabeza, porque no le pasa nada: lo que le palpita es la fontanela de esta zona, que es especialmente sensible al latido cardiaco. En cuanto le crezca más pelo, dejarás de notarlo y no volverás a acordarte de este asunto.
Tampoco temas hacerle daño en la cabeza al acurrucarle entre tus brazos, bañarle o peinarle. Es cierto que las fontanelas son partes tiernas y delicadas, pero también que están protegidas por una membrana resistente, que evita el riesgo de que con el manejo del día a día puedas causarle lesiones o traumatismos.
Consejos para cuidar la cabecita de tu bebé
– Observa si tu hijo tiene un tamaño anormalmente grande o pequeño de la fontanelaque puede ser reflejo de una enfermedad, al igual que el cierre temprano o muy tardío.
– La fontanela no requiere cuidados especiales y no pasa nada por tocarla.
– Lo normal es que la fontanela se cierre antes en los niños que en las niñas y de media ocurre entre los 13 ó 14 meses.
– Si se da un pequeño golpe en la cabeza no hay que alarmarse en exceso, ya que la fontanela evita que la presión se concentre dentro del tejido cerebral.
– El tamaño de la cabeza no va unido a la capacidad intelectual; lo que ocurre es que si la cabecita se cierra demasiado pronto, el cerebro no tiene espacio para crecer y podría provocarle en éste una serie de problemas.