La balanitis es una infección bacteriana que produce que el prepucio y glande del pene (zona superior) esté de color rojo, segregue pus por la uretra y pueda causar alteraciones en la orina. Por lo general, los padres crean un estado de alerta ante esta condición, pero si bien no hay que dejarlo pasar por alto, hay que tener en cuenta que con unas cuantas medidas higiénicas se puede mitigar esta afección del órgano reproductor de tu hijo.
Es recomendable que prestes atención al pene del niño, dado que mantener aseada la zona del prepucio es algo complicado y más en bebes, ellos no se mantienen quietos y tienen más probabilidades de padecer esta alergia. Por lo general la balanitis se produce en la punta del pene, causando enrojecimiento y algo de dolor al tacto.
En su mayoría, la balanitis no es grave, pero puede causar un alto nivel de incomodidad en tu hijo; ocasiona dolor, inflamación del prepucio y molestias al orinar. Para tratarlo puedes comenzar con sencillas actividades que te ayudarán con esta condición, una de ellas es cambiarle el pañal al bebé con más frecuencia, remojar el pene con agua tibia disminuyendo la hinchazón y aplicar ungüento o crema antibiótica (siempre recetada por el pediatra).
Los síntomas más representativos de la balanitis son:
- Olor fétido.
- Erupciones en el glande.
- Secreción por el pene en algunos casos.
- Inflamación de las glándulas linfáticas de la ingle.
- Enrojecimiento e inflamación del glande.
- Dolor al orinar.
Prevenir esta afección es bastante fácil, la táctica principal es bañar diariamente al bebé, y tener un mayor cuidado del aseo e higiene del pene. Debes limpiar en su totalidad el prepucio, pues es allí donde se alojan residuos de orina y genera la balanitis. En algunos casos cuando la infección persiste y no disminuye, se podría realizar una circuncisión, que es la extirpación del prepucio, este procedimiento debe realizarse siempre y cuando el pediatra lo recomiende.
