Las causas que relacionan el ruido y la temperatura con los nacimientos antes de tiempo tienen su origen en mecanismos fisiológicos asociados al estrés. Según un estudio publicado en la revista «Enviromental Research», realizado por investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.
Respecto a la contaminación, la investigación establece que las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2,5), emitidas fundamentalmente por los vehículos diesel, se relacionan con los partos que se producen antes de las 37 semanas de gestación.
Un día después de que se registre una temperatura máxima diaria superior a 34ºC aumenta el riesgo de que se produzcan partos prematuros en un 5,2 por ciento, y partos muy prematuros en un 4,7 por ciento por cada grado en que la temperatura máxima diaria supere los 34ºC.
Con relación al ruido, que en una gran ciudad se debe al tráfico en más de un 70 por ciento, se relaciona no solo con los partos prematuros y muy prematuros, sino que también hay una relación entre el ruido y los partos extremadamente prematuros, que no llegan a las 30 semanas de gestación.
Por cada decibelio que aumenta el ruido diurno en una ciudad, ese mismo día el riesgo de un parto prematuro se incrementa en un 15,4 por ciento, en un 6,9 por ciento el de un parto muy prematuro, y en un 22,2 por ciento el de un parto extremadamente prematuro.
Las causas que relacionan el ruido y la temperatura con los partos prematuros, según han apuntado los investigadores, vienen de mecanismos fisiológicos asociados al estrés.
En el caso de la contaminación del aire (ambiente), el mecanismo biológico capaz de producir un efecto sobre las mujeres embarazadas a corto plazo aún no está claramente establecido.
Fuente: ABC