Los divorcios son un proceso bastante complejo tanto para los adultos, como para los niños. Actualmente, algunos padres recurren a una solución completamente innovadora que permite facilitar el proceso.
El ‘anidamiento’ es una alternativa novedosa que tiene como objetivo que los niños permanezcan en la casa, pero pasen tiempo con cada padre: a los adultos se les determina un tiempo de custodia, y cuando este finaliza se mudan a otro lugar.
Este acuerdo está teniendo un gran auge en lugares como Suecia, Estados Unidos, Australia y Países Bajos.
¿Hasta qué punto es beneficioso para los niños?
Al tratarse de una tendencia muy reciente, es aún prematuro hablar de comparativas en el bienestar de los niños que atraviesan por este proceso, y los que atraviesan por uno más tradicional.
Sin embargo, los padres aseguran que se trata de una transición mucho más adaptable y sencilla para los niños puesto que les permite continuar con las rutinas y no conllevan cambios abruptos en la familia. Por otra parte, especialistas han debatido esta argumentación afirmando que la sensaci´ón de casa intermedia no permite que se procese la realidad de una separación.
Ahora bien, ‘anidar’ no tiene como beneficio solamente reducir los cambios en la vida de los niños, sino enfrentar diferentes desafíos para los padres, desde generar rutinas en conjunto que se respeten en la casa, hasta la madurez para sobrellevar la situación.
Más allá del anidamiento
El anidamiento no se puede llevar a cabo si los niveles de conflicto son bastantes altos, si no hay un nivel de compromiso similar entre los dos adultos o si ambas partes no consideran que se trate de un acuerdo justo.
Uno de los grandes retos de este acuerdo, puede ser incluso, la falta de recursos a la hora de buscar otro lugar para vivir mientras retoman la custodia de los niños.
Se ha recomendado que el anidamiento no se tome como una alternativa definitiva, sino como una opción temporal. Si bien es beneficiosa para los niños, les permite asimilar la nueva realidad de la familia de una manera menos traumática, y en el caso de los padres, puede ser el espacio para ultimar detalles sobre el paso a seguir luego de la separación.