¿Ya conoces los niveles de comunicación familiar?

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Redacción Pediatría y Familia

Para padres y especialistas, el éxito de un grupo familiar es el alto nivel de comunicación. En la medida en que los adultos aprenden a hablar con sus hijos, más confianza sentirán los pequeños hacia sus padres; un lujo -dentro de la psicología actual- pues la gran mayoría de familias actuales no tienen un vínculo tan fuerte. Lo ideal es que desde temprana edad, se aprovechen los ratos libres para estimular la comunicación entre todos los miembros de la familia.

Se debe tener en cuenta que, la comunicación no es hablar por hablar. Es un momento en el que se comparten ideas, se realizan debates o se resuelven problemas. Sí, una comunicación de alto nivel permite solucionar cualquier inconveniente, sin llegar a ningún extremo que sea físico o verbal. Los psicólogos afirman que es muy importante reconocer que cada miembro de la familia es un ser humano distinto, por lo cual sus visiones del mundo podrán contrastar o chocar en algún momento con la de otros.

Por ese motivo, aprovechando que se acerca una etapa destacada por el compartir familiar, te damos a conocer los cinco niveles presentes en la comunicación de una familia. A más alto nivel, mayor profundidad en la comunicación.

Estos son los niveles de comunicación intrafamiliar

1. Dialogar de temas básicos o triviales: A menudo, charlar sobre lo que se hará de desayuno o cena, preguntar por los deberes escolares, mencionar la rutina diaria son aspectos breves o simples que no requieren ningún tipo de análisis. Por lo general, sirven para abrir la comunicación con otra persona de la familia.

2. Conversar sobre personas del entorno: Cuando se menciona a un amigo, un vecino o un compañero, es el instante para descubrir la reacción del niño hacia la persona, si le agrada o no y qué comportamientos manifiesta con o hacia ella. A los padres les permite descubrir más sobre el carácter de sus hijos y a los hijos, recibir los mejores consejos de sus progenitores.

3. Hablar sobre nosotros mismos: Contar historias de nuestra infancia y juventud son un elemento importante a la hora de estrechar lazos. Este tipo de conversaciones involucra cariño, afectividad y el interés hacia nuestros hijos, quienes seguramente se sorprenderán y divertirán. A los pequeños, recibir este tipo de información los motiva a compartir las historias de su día a día, ya que abrirán poco a poco canales de comunicación más profundos.

En este nivel de comunicación se asientan las bases de una comunicación intrafamiliar estable, ya que los pequeños aprenderán a confiar en sus padres y se sentirán más confiados en ellos.

4. Expresar sentimientos individuales: Para este momento, la confianza entre padres e hijos ya se habrá establecido. Generalmente, esto se evidencia cuando se habla de una situación que afecta a una persona cercana o cuando los pequeños comparten sus enojos o desagrados frente a algún suceso del día que los involucre. Este tipo de conversaciones se llevan a cabo cuando uno de los interlocutores busca un consuelo o sentirse mejor, un aspecto en que su oyente puede ayudarlo.

5. Compartan sus sentimientos mutuos: No hay nada mejor para fortalecer la unión familiar que expresar nuestros sentimientos y emociones. Los niños que se sienten amados, manifestarán su amor a sus padres y abuelos, compartirán más risas con sus compañeros y estarán listos a ayudar cualquier eventualidad. Por otro lado, para los padres sentirse amados, les evita cuestionarse su labor y sus decisiones, una conducta común en todas las familias.

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