¿En qué momento puedo quitarle el pañal a mi bebé?, ¿qué debo hacer para que este proceso no sea tan traumático?, son algunas de las preguntas de los padres que quieren ya cambiar la rutina del cambio de pañal.
No es para menos, después de cambiar cientos de pañales, llega un punto en el que los padres, quieren dejar esta rutina atrás y esto puede suceder a partir del primer año de vida, en la mayoría de casos. Sin embargo, hay unos niños que lo hacen al año y medio y otros que se tardan hasta los tres años.
Para empezar, debes saber que eliminar el pañal del todo no es un camino fácil y vas a tener algunos accidentes, que son absolutamente normales en este proceso de aprendizaje para el niño o niña.
Sabrás que tu hijo está listo para dejar el pañal cuando veas en él, algunos signos que te muestran que está logrando algo de independencia. Por ejemplo, si camina y se sienta solo, si trata de imitar a los demás cuando hace pipí, si puede subirse y bajarse la ropa interior sin ayuda o si obedece cuando se le dan órdenes sencillas.
Sin embargo, debes tener en cuenta que la decisión de retirarle el pañal, debe ser en el momento correcto, no empieces el proceso si el niño está atravesando cambios como la llegada de un nuevo miembro a la familia o cuando no hay una persona que pueda cuidarlo durante todo el día y esté atento a su proceso. En esos casos, lo mejor es postergar el asunto.
Otro de los aspectos importantes que debes tener en cuenta es tener todo el equipo necesario para que tu hijo se adapte a este cambio. Es ideal tener una buena bacinica o un asiento especial que se asemeje a un inodoro. Verifica que este utensilio sea cómodo y permítele al niño jugar con este, para que se familiarice.
Una vez tengas todo para empezar, crea una rutina diaria, puedes empezar diciéndole que se siente vestido en la bacinica, esto debe ser una vez al día para que se vaya adaptando. Este orinal debe estar ubicado en un lugar accesible, en el que el niño prefiera estar.
El siguiente paso es intentar que tu hijo se siente en el orinal, sin su pañal. Cuando lo logre, debes explicarle cómo lo hacen los adultos. Los varones pueden empezar haciendo pipí sentados, luego copiarán al adulto, haciéndolo de pie.
Explícales el proceso y motívalos a hacerlo, no dejes que sea un aprendizaje que puede olvidarse con los días. En estos casos, la constancia y la paciencia son claves, más adelante agradecerás este esfuerzo.
Para ayudar al niño, puedes comprarle ropa interior con protección extra absorbente o pañales que se suben y se bajan para generar en ellos el hábito. En las noches puedes cubrir su colchón con plásticos previniendo accidentes y acostumbrándolos a dormir sin pañal.
