Durante el embarazo se presentan cambios fisiológicos que modifican tus hábitos de alimentación, de moverte y hasta de descansar. Mientras más crece tu barriguita puedes experimentar alteraciones en tus tiempos de sueño.
Durante el día tendrás que movilizarte con el peso adicional de tu bebé, más la placenta y líquidos. Por lo que al finalizar tu rutina diaria terminarás muy agotada y con la gran necesidad de lograr un descanso reconfortante para que al día siguiente puedas iniciar con nuevas energías, pero sabemos que mientras más avanzan los meses la hora del descanso puede volverse un poco tediosa, ya que no logras acomodarte con facilidad. Por ello, queremos compartir contigo algunos consejos.
En el caso de las madres que están acostumbradas a dormir boca abajo es hora de dejar este hábito por un tiempo. Al igual que quienes duermen boca arriba, ya que a pesar de aparentar ser una posición adecuada, no lo es, debido a la cantidad de peso que tendrá que soportar tu espalda, órganos y arterias, puede ocasionar problemas con el flujo sanguíneo, presión de la vejiga y nervio ciático, y dolor de espalda, entre otros.
Por ello, una de las posiciones más recomendadas para favorecer el flujo sanguíneo y la estabilidad, es acostarte de medio lado con las rodillas ligeramente flexionadas y una almohada en medio de ellas. Esta posición, al contrario de las demás, libera la presión que ejerce el útero sobre los vasos sanguíneos, lo que permite un adecuado aporte de oxígeno al bebé y a todos tus órganos vitales.
