La noche de Halloween o el día de los niños, como se conoce en otros países a una noche dedicada a juegos, dulces y disfraces es una de las fechas más esperadas por los pequeños.
La diversión también acompaña a los padres, quienes acompañan a sus hijos en varias actividades y en los recorridos en busca de dulces y caramelos. Sin embargo, aunque la noche de celebración puede ser muy placentera, también se pueden presentar inconvenientes.
Por eso, desde escuelas y hospitales se llevan a cabo numerosas campañas -por lo general en todo el mes de octubre- para que los adultos estén atentos a complicaciones de salud o sean protagonistas de un evento desafortunado. Es de conocimiento general, que los pequeños están expuestos a múltiples peligros.
Por eso, para que padres e hijos puedan tener una noche de alegrías y buenas experiencias, presentamos los mejores consejos que brinda la Academia Americana de Pediatría para la noche de halloween.
Claves de seguridad básicas para la noche de Halloween
- Se aconseja que los disfraces de los niños sean de colores vistosos, llamativos o que tengan elementos reflectivos. De esta manera, es más fácil para los padres encontrarlo en la oscuridad o evitar que se pierda. Además, deben ser de la talla adecuada para que el niño no se enrede y tropiece mientras juega o camina.
- Los antifaces y máscaras no se recomiendan en niños muy pequeños. Esto se debe a que pueden limitar su campo de visión o dificultarles respirar. Como alternativa se sugiere utilizar maquillaje especial para niños, probado antes de usar para evitar alergias, o sombreros atados con un cordel para que no se caigan y les cubran la cara.
- En caso de que el disfraz tenga como accesorio una espada o bastón, revise que no sea muy largo o afilado pues en ambos casos, el niño puede lastimarse.
- Al momento de salir a pedir dulces, todos los menores deben ir acompañados de un adulto. Además, nunca los lleve a casas con luces apagadas o los acerque a automóviles que les ofrezcan dulces, ya que son comportamientos sospechosos y pueden ser el inicio de una tragedia.
- Si se trata de hijos más grandes, los padres deben tener claro el horario de la ronda y el recorrido que harán. También, deben tener un número de contacto para no cortar la comunicación mientras salen a pedir dulces y disfrutar la noche.
- Como la ingesta de dulces debe ser moderada, lo mejor para evitar que los niños consuman demasiados dulces y se indigesten es preparar una buena cena. Así los niños tendrán su apetito controlado.
- Antes de comer cualquier caramelo o dulce, los adultos deben revisar que los empaques no estén adulterados, que los dulces no estén vencidos o cualquier otro detalle que se vea sospechoso. Esto se hace como medida de prevención, ya que en muchos países personas inescrupulosas adulteran los caramelos.
Y por último, evite andar solo. Aproveche que muchas personas se agrupan y cruce con ellos las calles, siempre pase por los senderos peatonales. De esta manera, todos los miembros de la familia permanecen seguros y previenen cualquier situación desagradable.
Redacción Pediatría y Familia
Conoce más recomendaciones para este día, aquí: