Con la llegada del coronavirus, el mundo entero tuvo que enfrentarse a un sin número de dudas referentes a los métodos de contagio, tiempo de supervivencia del virus y sobre las estrategias que debían crearse para atacarlo y frena los casos de contagio.
Uno de los aspectos que más inquietud generó desde el inicio de la pandemia fue el papel que desempeñaban los niños, su posibilidad de enfermar y si podían o no transmitirlo.
Un estudio realizado por Vall d’Hebron, en el que participaron 163 pacientes pediátricos, con diagnóstico confirmado de Covid-19 desmintió la teoría de que los niños deben ser vistos como “supercontagiadores”
El estudio destacó que aproximadamente un 3.4% de los pacientes pediátricos fueron transmisores del virus a algún miembro de su familia resultado que se obtuvo luego de obtener resultados de 163 grupos familiares
En 50 familias de este grupo, se logró determinar que el factor de contagio tanto dentro del hogar, como de fuera que había sido diagnosticada al mismo tiempo que el menor y era externo a él y en concreto se demostró que en un 56,2% de los casos el origen de la transmisión no era el niño.
Este tipo de estudios permite a especialistas validar pautas y tomar medidas frente a estrategias que se han implementado como la inasistencia presencial a los colegios e instituciones educativas teniendo en cuenta que los pequeños son menos transmisores del coronavirus que los adultos.