Los distintos modelos de crianza establecidos socialmente tienen gran influecia sobre la personalidad de los niños, ya que con base en este, establecen las bases de su personalidad y su carácter. Es cierto que los seres humanos requieren un grado de protección a lo largo de la vida, sobre todo en los primeros años de vida.
La especialista Katherin Hortúa Montenegro, psicóloga clínica y coach de vida y bienestar, en entrevista exclusiva para Revista Pediatría y Familia, asegura que la primera infancia es una etapa importante para los niños, puesto que es en ese momento en donde forjan su carácter, construyen su personalidad y brindan pequeños indicios de su temperamento.
La sobreprotección habla de un bloqueo experimental del niño hacia momentos que son sumamente naturales para él por el aprendizaje que podría brindarle y además un control total sobre sus acciones. Desafortunadamente, cuando el niño se acostumbra a un modelo de crianza similar al descrito, las probabilidades de sufrir ansiedad por separación son mayores, al igual que las dificultades de socialización.
Efectos negativos de la sobreprotección infantil
- Dificultad para desarrollar las habilidades:
La sobreprotección impide el desarrollo de habilidades como la resolución de problemas, la empatía y la autonomía. Además adoptará una postura de pasividad y calma, ya que determinará la dependencia completa de sus padres. Adicional a esto, no se sentirá capaz de tolerar sus frustraciones y demostrará debilidad frente a las dificultades que puedan presentarsele a lo largo de su vida. “Cuando le solucionan todo, el niño no desarrolla esa habilidad de resolver por sí mismo sus circunstancias, sino que por el contrario, va a requerir la ayuda de alguien más, y en un largo plazo en la adolescencia o en la adultez. Generalmente esta condición puede acarrear temas de autoestima, depresión y ansiedad”.
- Imposibilidad de aprender de sus errores:
Cuando evitamos que el niño se responsabilice de determinados asuntos, decisiones y elecciones, más que hacerle un bien, lo que estamos haciendo es impidiéndole crear consciencia sobre sus puntos débiles y una capacidad de autocrítica.
- Insatisfacción
La insatisfacción puede afectar todos los ámbitos de la vida del niño como la parte social, escolar, espiritual, laboral y económica en el futuro. El inconformismo lejos de mantenerlo activo y feliz, será un obstáculo para superarse y ser feliz.
¿Cómo reconocer el límite de la protección y la sobreprotección?
Las madres que sobreprotegen a sus hijos, generalmente no son conscientes de que lo están haciendo. Sin embargo, la psicóloga Katherine recalca la importancia de reconocer las situaciones en las que la integridad física y emocional del pequeño se ve comprometida: “En el momento en que la mamá se sorprenda a sí misma siendo muy controladora sobre el niño en cuanto a su interacción con el contexto. Por ejemplo, aprender a montar bicicleta es una de las acciones que más puede preocupar a las madres por las posibles lesiones, pero las caídas hacen parte del proceso y no por ello vamos a evitar que monte bicicleta”.
Por difícil que parezca, debemos ser conscientes que para nuestros niños la mejor experiencia que pueden vivir, es la de resolver sus dificultades por sí mismos. Ahora bien, esto no quiere decir que vamos a negarle la ayuda de nuestra parte cuando lo requiera, quiere decir que más que hacerle las cosas, vamos a instruirlo sobre cómo debe realizarlas.
Los errores se van a cometer en la infancia, la adolescencia, la adultez y la vejez; son una parte esencial de nuestro desarrollo como personas, de ahí la importancia de no anticiparlos. Habla con tu hijo, explícale qué hacer y permite que sienta que estás con él independientemente del resultado que va a tener. Al igual que en los deportes, muchas veces los aprendizajes no se obtienen al ganar, sino al intentarlo.
