La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre genera mucha expectativa en los padres y familiares. Siempre expectantes a todas las características físicas del bebé que darán la respuesta a una de las preguntas constantes durante el embarazo, ¿a quién se parecerá?
El color de los ojos es una de esas características que mantiene el misterio entre los familiares aun cuando el niño o niña ya ha nacido, ya que éste va cambiando con el paso del tiempo.
“Generalmente, los bebés que nacen con los ojos de color marrón mantendrán ese color o se volverán negros. En cambio, los bebés con el color de ojos grises o azules tendrán un proceso de cambio más notorio durante su desarrollo”.
El color de los ojos depende de la cantidad de pigmento que tenga el iris. Este pigmento, se forma en los primeros meses de vida.
“Cuando los bebés nacen con los ojos azules o en tonos claros, se debe a que la melanina no se ha depositado por completo en el iris porque las células encargadas de producirla aún no han madurado“.
Además, el bebé no se ha expuesto al sol, lo que también influirá en el cambio del color de los ojos.
Con el paso de los meses la pigmentación aumentará dándole color progresivamente a los ojos, a medida que el bebé va creciendo y las células van madurando.
El color definitivo puede determinarse pasado el primer año de edad, aunque cerca de los seis meses ya podrás hacerte una idea del color de ojos de tu bebé. “Claro que, hasta los tres años de edad, los ojos producen o guardan melanina suficiente para modificar el color inicial”.
Mitos sobre el tema
Algunas personas creen que el color claro en los ojos de los bebés se debe a que todavía es alimentado con leche materna y en el momento en que la madre deje de darle el pecho el color se definirá.
Esto es un mito, no tiene ninguna relación ya que el color de ojos viene definido por la herencia genética y no está relacionado con el tipo de alimentación del bebé.
Redacción Pediatría y Familia
