¿Has gritado alguna vez a tus hijos? Si jamás lo has hecho, ya puedes dejar de leer y entrar a formar parte del selecto grupo de padres casi perfectos. Si formas parte del otro 99% de padres y madres que, en algún momento, pierden la paciencia con los niños y les gritan, e incluso llegan a decirles algunas cosas desagradables, sigue leyendo.
Hay una cosa que podemos hacer para compensar el daño emocional que les causamos con los gritos y las frases hirientes. Estamos a tiempo, podemos reparar ese daño.
¿Cómo reparar el daño?
La ira descontrolada, la poca paciencia, el estrés o el cansancio hacen que en ocasiones los padres paguemos con los hijos nuestros problemas, que afrontemos el día a día con enfado y que terminemos gritando y diciendo frases a los hijos que dañan su autoestima. Pero, ya lo dicen los expertos, para educar, no es necesario gritar.
Sin embargo, en el día a día podemos cometer errores, somos humanos y aprendemos a ser mejores padres, por ello, si has cometido el error de gritar a tus hijos o decirles cosas inadecuadas, deberías:
- Admite la culpa
Haz examen de conciencia y admite que en algún momento no fuiste justo con tu hijo, le castigaste de forma desproporcionada o perdiste la paciencia con él. Admite que las palabras pueden causar daños a tus hijos, y los gritos también.
- Pide perdón
¿acaso los padres no debemos pedir perdón porque somos los padres?, un grave error. Si te equivocas y gritas a tu hijo en un mal momento, recapacita y acércate a disculparte.
- Habla con tu hijo
Quizás tras un enfado no quiera escucharte, pero espera al momento adecuado, deja que te diga cómo se sintió cuando le gritaste o cuando le dijiste esa frase tan desacertada. Explícale por qué lo hiciste, que fue en un momento de enfado, no porque realmente creas que él es así.
- Sé concreto
Cuando hables con tu hijo y le pidas disculpas por algo, dile exactamente por qué fue, de esta forma, estarás enseñándole que esa conducta eso estuvo mal y le educarás para que él no cometa esos errores.
- Trabaja día a día
No dejes que pasen meses o años antes de pedir perdón a tus hijos ante un mal momento, el daño emocional será mayor.
- Pide ayuda
Si crees que en tu día a día con los niños no puedes controlar tu ira o tu paciencia, busca una forma de conseguir esa tranquilidad y serenidad que necesitas para afrontar la educación de los hijos, ya sea haciendo deporte, meditación o con un psicólogo.
Guía Infantil