Redacción Pediatría y Familia
Una alimentación balanceada para los niños en los primeros años de vida ayudará a prevenir enfermedades. Además, es la etapa en la que se inicia el consumo de algunos alimentos complementarios.
La clave está en ofrecer a tu hijo una alimentación balanceada desde edades tempranas, así tu hijo también creará buenos hábitos alimenticios. La alimentación debe ser variada y equilibrada y no debes obligar a tu hijo a comer alimentos que no sean de su agrado, en caso de ser así suspendelo por un tiempo.
En esta etapa de 1 a 3 años el niño empieza a comer sólo y su crecimiento es más lento que en la etapa lactante, por lo que la alimentación es clave para su desarrollo. A esta edad tu hijo se vuelve más independiente por lo que querrá comer sólo e incluso jugar con la comida, no te preocupes, es un proceso natural.
Debes evitar dar alimentos procesados y que contengan azúcar, procura que la dieta de tu hijo sea con productos de origen natural.
Algunos de los alimentos que no deben faltar en la dieta de tu hijo son:
Frutas y verduras: Es importante que acostumbres a tu hijo desde edades tempranas a consumir estos alimentos ya que son ricos en vitaminas C, A y B. Estos aportan fibra, se recomienda dar dos o tres porciones por día.
Carnes: Aportan gran cantidad de hierro, que es necesaria para la etapa en la que se encuentra tu hijo.
Pescado: aporta fósforo, hierro, magnesio y selenio.
Huevo: el huevo aporta vitaminas A,D Y K. Se recomienda que el huevo se prepare en agua.
Cereales y pastas: Aportan energía por la cantidad de carbohidratos que contienen, además de aportar fibra y proteínas. Son los alimentos más completos después de la leche.
A esta edad tu hijo necesita aproximadamente 500 mg de calcio cada día para formar sus huesos y dientes. Consulta con tu pediatra las porciones en las que debes suministrar cada alimento para que tu hijo crezca sano.