Tos en los niños

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José J. López Burrezo, MD

Unidad de Cuidado Intensivo Pediátrico, San Jorge Children’s Hospital
Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal, Hospital HIMA-San Pablo, Fajardo

“”””La tos es un síntoma que preocupa a los padres, y es motivo frecuente de consulta al pediatra o de visita a la sala de emergencia. Es muy común en los niños y generalmente no representa un problema importante de salud, aunque a veces puede ser muy intensa o duradera, e interferir con el sueño o la alimentación. Puede ser seca, o ser productiva y estar acompañada de flema, suele ser más intensa en la noche y a veces aparece durante el ejercicio. Todos los niños tosen ocasionalmente y no suele ser motivo de preocupación, pero una tos muy intensa, que persista por mucho tiempo o que esté acompañada por síntomas como fiebre, dificultad para respirar, o una tos productiva que tenga mucosidad con sangre o pus debe ser evaluada por el pediatra.

La tos es un reflejo natural y se produce por la estimulación de los receptores de la tos, que se encuentran principalmente en la garganta y en las divisiones más importantes de las vías aéreas; también en el tímpano, en la pleura y en el pericardio. Estímulos como la presión, la irritación por contaminantes en el aire, o la respuesta inflamatoria causada por alergias o por infecciones, activan los receptores que provocan la contracción del diafragma y de los músculos del tórax y la pared abdominal. El reflejo es involuntario, pero se puede provocar voluntariamente. Es un mecanismo de defensa del organismo para intentar despejar las vías aéreas de moco, sustancias irritantes y bacterias o virus.

¿Qué la provoca?

El catarro común es la causa principal de tos en los niños. Se estima que un niño saludable en edad preescolar puede tener de ocho a doce infecciones respiratorias con tos en un año. Es una infección viral que produce mucha cantidad de mucosidad en las vías respiratorias superiores y que cae por la parte de atrás de la garganta estimulando el reflejo de la tos que intenta limpiar la vía aérea expulsando el moco. Los niños más pequeños, que no saben expectorar, suelen tragar el moco luego de toser o mientras están dormidos.  En ocasiones la tos puede provocar el vómito.

La bronquiolitis, una infección viral muy común que suele afectar a niños de menos de dos años, suele estar acompañada de tos intensa y a veces se complica con dificultad respiratoria.

La sinusitis es una infección de los senos paranasales. Puede ser aguda o crónica, y produce una gran cantidad de secreciones mucosas espesas y purulentas, que van a drenar a la parte de atrás de la garganta produciendo tos.  Infecciones virales que produzcan irritación y edema en el área de las cuerdas vocales, pueden  producir “croup”, que tiene una tos característica que se suele describir como tos de perro.

En el asma bronquial suele producirse una tos seca que puede acompañar a la dificultad respiratoria. En ocasiones es el único síntoma presente, sobre todo al comienzo de la crisis asmática.

La tos que aparece después de un episodio de ahogamiento, y que puede persistir por semanas, podría significar la presencia de un cuerpo extraño en un bronquio. Esto es más frecuente en niños de dos a cuatro años.

La neumonía también puede producir tos debido al intento de despejar las vías respiratorias de todo el material producido por la infección y que se acumula en los bronquios.  La inhalación de sustancias irritantes como humo de cigarrillo, de fogatas o contaminantes atmosféricos pueden provocar tos, o empeorar la tos de alguna otra condición el asma.  En ocasiones, luego de una enfermedad viral puede quedar una tos seca, irritativa, persistente, muy molesta que puede durar semanas y que no representa ningún problema serio de salud.

Algunas enfermedades que no afectan las vías respiratorias, como el reflujo, pueden producir tos irritativa.

¿Qué hacer?

En la mayoría de las ocasiones la tos aislada, breve o asociada al catarro o a otras enfermedades virales, es un síntoma benigno. Es un reflejo natural del organismo que pretende limpiar las vías aéreas y no requiere tratamiento. Pero la tos que persiste por mucho tiempo, que afecta a las actividades diarias, como el sueño o la comida, o que está asociada a síntomas como fiebre o dificultad respiratoria, debe ser evaluada por el pediatra para tratar la causa que la provoca.

Es importante que el niño tome mucho líquido y esté bien hidratado, de esta manera la flema estará más fluida y se facilita su expectoración. Los antibióticos no suelen necesarios, la mayoría de las veces el origen de la tos es viral y los antibióticos no son efectivos contra los virus. Sí podrían tener utilidad para tratar la infección bacteriana causante de la sinusitis o en caso de neumonía bacteriana.

Los jarabes para la tos suelen contener guaifenisin o dextrometorfan, y no suelen ser muy efectivos, aunque pueden mejorar los síntomas en algunos niños. Se debe ser muy juicioso con el uso de estos medicamentos, ya que la mayoría de las veces no son necesarios y pueden ser perjudiciales, especialmente en los niños más pequeños, ya que los efectos secundarios pueden ser más peligrosos que dejar la tos sin tratar. En todo caso, debe ser el pediatra quien evalúe al niño con tos, y quien recomiende el medicamento a usar, si es que lo considera necesario.

Referencias
http://www.aaaai.org/conditions-and-treatments/library/at-a-glance/cough-in-children.aspx
http://www.medicinenet.com/childrens_cough_causes_and_treatments/article.htm
http://www.coughjournal.com/content/9/1/11

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