Conoce las cuatro ‘R’: los efectos negativos del castigo

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Redacción Pediatría y Familia

Los métodos utilizados para corregir a los niños, le permiten a los padres y cuidadores encontrar la opción que más se ajuste a su vida familiar. A medida que la sociedad cambia, nuestros núcleos familiares también se adaptan a las circunstancias y exigencias del mundo exterior. Por eso, con cada vez más frecuencia nos encontramos ante métodos cuestionados, desaconsejados e incluso, erradicados.

Hoy no hablaremos del método, sino de las consecuencias inmediatas que sufre un niño después de un castigo. De acuerdo con la disciplina positiva -y en particular con el método Montessori-, dependiendo de la forma en que se haya corregido el comportamiento del niño, se manifiestan ‘Las cuatro R del castigo: resentimiento, revancha, rebeldía y retraimiento’. 

Los pedagogos y psicólogos infantiles que promueven la disciplina positiva, la idea es que el niño comprenda de sus errores, sin necesidad de recurrir a castigos restrictivos o la violencia física. A largo plazo, esto puede afectar en la psicología del niño y en su manera de establecer sus relaciones interpersonales.

¿Por qué necesito saber cuáles son las cuatro R?

Para que comprendas mejor qué ocurre con el pequeño cuando es castigado, te explicamos las características de las cuatro R.

1. Resentimiento: También conocida como la R del rencor, es esa etapa inicial en la que nos hemos ofendido, luego de una situación concreta. Esta sensación puede prolongarse, no sanar emocionalmente y reaparecer en discusiones cuando el niño manifieste este sentimiento.

2. Revancha: Luego de sentirse agredido por el castigo, el niño siente que sus padres deben sufrir en igual o mayor medida que él. Aquí es cuando se presentan los comentarios de tipo: ‘ya verás lo que hago después’, ‘espera y verás lo que sucederá’ etc. A menudo en esta fase, el pequeño cree que sus padres se dieron el gusto de castigarlo y que él debe satisfacer su sensación de ‘haber quedado a medias’ o no haber hecho lo que quería.

3. Rebeldía: Una etapa conocida por niños y adultos. Los niños rebeldes son aquellos que se resisten a la autoridad, aparentemente con el único objetivo de contradecir a sus padres, profesores o cuidadores. Es decir, aquí es cuando más órdenes se desobedecen, más tareas se incumplen y más deseos siente el niño de contradecir la voluntad de sus padres.

4. Retraimiento: Los niños que tras el castigo presentan un comportamiento aislado y poco comunicativo, son niños retraídos. Tras cometer una mala acción o tener un mal comportamiento, el niño comienza a creer que es una mala persona. Un pensamiento que se afianza en cada nuevo castigo y que ,poco a poco, debilita su autoestima. En otros casos, para evitar el castigo, los niños prefieren decir mentiras o fingir que no entienden el motivo del castigo.

Los especialistas afirman que los castigos ‘tradicionales’ no son beneficiosos para nuestro niño. A la larga, el pequeño cambiará sus emociones positivas hacia nosotros por temor y obligación a obedecer y mantener un comportamiento perfecto. Por eso, si quieres encontrar una nueva forma de educar a tu pequeño, te recomendamos hablar con un psicólogo infantil sobre otras alternativas que puedes tener en cuenta y aplicar en tu día a día.

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