Ayudar a moldear el comportamiento de sus hijos es parte fundamental de la labor de los padres. Esto puede ser tan difícil como gratificante. Aunque algunas veces puede ser un gran reto, algunos principios básicos pueden ayudar.
Ser ejemplo del buen comportamiento
Los niños aprenden observando a todas las personas a su alrededor, especialmente a sus padres. Cuando usa buenos modales y buenas estrategias para enfrentar dificultades, usted le está enseñando a su hijos a hacer lo mismo.
- Hágale notar a los niños cuando los adultos comparten
Los niños creen a menudo que son los únicos que tienen que tener “buenos modales”, “compartir” y“turnarse”. Así que cuando los adultos comparten, hágaselo notar a sus niños. Por ejemplo: “Papá está compartiendo su bebida con mamá. “¡Qué bien compartes, papi!” - Dele buen ejemplo de formas para tranquilizarse
Enséñele a sus niños cómo calmarse cuando están molestos o frustrados. Por ejemplo, si se siente frustrada por estar en medio de un trancón de tráfico, usted puede decir: “Mami se siente muy frustrada en este momento”. Ayúdeme por favor a tranquilizarme respirando 10 veces profundamente conmigo. - Enséñele a los niños a expresar lo que sienten
Si se siente realmente frustrada, puede querer decir, “En este momento me estás volviendo loca”. En vez de decir eso, trate de expresar sus sentimientos reales: “Mami, se siente muy frustrada en este momento”. Esto le enseña a los niños a decir lo que sienten en vez de hacer críticas o decir frases que hacen daño. Ayude entonces a sus niños a hacer esto cuando están enojados. Por ejemplo: “Parece que te sientes triste”.
Si lo que supone no es correcto, permita que sus niños la corrijan.
Comportamiento + atención = más comportamiento
Si usted es como somos casi todos, dejará a sus niños solos si se están portando bien, pero cuando sus niños se están portando mal, usted les prestará toda su atención. Esto tiende a ser contraproducente.
“¡Darle atención al mal comportamiento lo que logra es que utilicen el mal comportamiento para llamar más la atención!”
La mejor manera de mejorar el comportamiento es prestarles mucha atención a los niños cuando están haciendo algo que a usted le gusta y no prestarles atención cuando están haciendo algo que no le gusta.
Una manera fácil de aumentar la buena conducta es describiendo la buena acción y elogiándolos cuando hacen un verdadero esfuerzo. Por ejemplo:
- ¡Qué bien has puesto atención la primera vez que te lo digo!
- “Buen uso del tono de voz bajo cuando estamos adentro”.
Puede ser difícil acostumbrarse a hacerlo, pero se vuelve más fácil entre más lo hacemos.
El medidor de la atención
Cuando los niños reciben suficiente atención positiva de parte suya, no necesitan portarse mal para llamar la atención. Recuerde siempre de brindarle a sus niños mucho amor y afecto durante todo el día, todos los días. Una manera muy fácil de hacerlo es disfrutar del tiempo juntos.
“Jugar con sus niños por tan solo 5 minutos puede dar muy buenos resultados, especialmente al regreso a casa del trabajo o después de hacer una diligencia”.
Cuando juegue con sus niños, déjelos escoger el juguete y ser los encargados del juego. Puede ser difícil no decirles a sus niños qué deben hacer o hacerles muchas preguntas, pero es mejor no hacerlo. En vez trate de sólo describir lo que están haciendo sus niños y felicítelo: “Qué bien que te quedas sentado mientras jugamos”.
Otra forma es prestarles atención cuando se portan bien, sin distraerlos mientras lo están haciendo, es con una caricia suave y cariñosa; por ejemplo, tocando suavemente su hombro o la espalda. Se recomienda que tenga de 50 a 100 breves contactos físicos o caricias con sus niños todos los días.
“Usted puede reducir los malos comportamientos si no les presta atención, pero esto solo funciona siempre y cuando usted le esté prestando mucha atención cuando se comporta bien”.
La manera más simple de hacer esto es ignorándolos. Ignorar quiere decir, no hablarles, mirarlos o tocarlos cuando sus niños se están portando mal. El secreto para que ignorar funcione es cerciorarse de prestarle atención positiva tan pronto como deje el mal comportamiento, como por ejemplo diciendo:
- “Ya te calmaste; me parece que ya estás listo para jugar”.
Es importante no ignorar comportamientos peligrosos que necesitan que usted les preste atención de inmediato.
Redacción Pediatría y Familia