Según la UNESCO, el nuevo coronavirus ha afectado a 1.200 millones de estudiantes en el mundo, sin embargo, el panorama es tan incierto que, aunque muchos gobiernos planeaban la apertura de las escuelas en agosto, el repunte por COVID-19 deja en entredicho esta decisión.
El impacto psicológico de un desastre natural es totalmente distinto en niños y adultos.
Departamento de Salud enfatizó en las vacunas que cada estudiante debe tener al día, para estar protegido contra enfermedades serias, según lo dispuesto en la Ley de Inmunización.
A medida que va pasando el tiempo, aunque los pacientes pediátricos no pareciera que tuvieran afectaciones significativas a nivel respiratorio, sí existen manifestaciones del coronavirus a nivel de piel, extremidades y ahora, lo último que se está hablando es de un síndrome inflamatorio generalizado, que se puede confundir con la enfermedad de Kawasaki, una condición que puede afectar las arterias del corazón.
Según el neonatólogo y catedrático, doctor Juan Rivera, quien estuvo en entrevista con la revista aliada Medicina y Salud Pública (MSP), se habla que, de los casos diagnosticados en el mundo con COVID-19, solo el 5% son niños y, de este porcentaje tan solo el 15% pertenece a los infantes menores de un año.
La fiebre, uno de los síntomas más frecuentes del COVID-19, durante el periodo de organogénesis puede crear anomalías concretas, en específico defectos del tubo neural, y abortos espontáneos.
Los niños y adolescentes van a tener respuestas emocionales muy diferentes a los adultos durante la emergencia del COVID-19.
En cuanto al niño y aprender a ir al baño, tenemos que decirte que alrededor del año de edad, un niño comienza a identificar que lo que siente son ganas de hacer pipí o popó.
Existen cirugías estándar y, según el neurocirujano pediátrico Mark Lee, profesor y presidente del Departamento de Neurocirugía de la Universidad de West Virginia, actualmente se están implementando algunas técnicas mínimamente invasivas con tecnología de láser.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones o compulsiones recurrentes que toman gran parte del día y causan ansiedad en los niños.
